Una de las adolescentes fugadas de la Casa DIF del Amor de Dios, ubicada en el fraccionamiento José Vasconcelos Calderón, sacó a la luz pública una revelación donde pidió discreción para no revelar su nombre por la información aportada, con el fin de no sufrir represalias por los encargados de la casa. Indicó haber ocurrido violaciones a ellas desde hace varios meses, maltrato y amenazas por el personal de Casa Hogar de ser llevadas al Tutelar para Menores si desobedecían las indicaciones. Por esa razón se brincaron la barda el pasado domingo 24 de septiembre ella y otros 14 menores más, de entre 11 y 17 años de edad.
En el mensaje vía redes sociales, recientemente anuncia a detalle cada uno de los aspectos de los cuales fueron víctimas, donde prefirieron guardar silencio por el temor a sufrir agresiones si revelaban lo acontecido. Pero al no soportar más este tipo de abusos, decidieron planear una salida definitiva de esa vivienda y ponerse a salvo.
En uno de los casos señala específicamente a una enfermera, quien bajo amenazas obligaba a las adolescentes a acompañarla fuera de la Casa Hogar, sin saber su destino. A su regreso las menores no daban a conocer a dónde habían sido llevadas.
Esta situación debe denunciarse, dijo el diputado del PRD, Emanuelle Sánchez Nájera, porque es un delito grave, tan sólo el de violación es un estupro y no se persigue de oficio, sino que debe haber querella.
“Hacemos un llamado a la autoridad a que investigue a fondo lo que pueda conducir. Este tipo de violaciones cuando se trata de un estupro no se persiguen de oficio, tiene que haber una querella y tiene que haber una cuestión del quejoso, pero también es importante recordar y esto me parece fundamental para los que hayan cometido estos ilícitos, que en Aguascalientes ya se aprobó que estos delitos no prescriban”.
Pero no sólo eran esos problemas de abusos, sino también dentro de la casa las cosas estaban peor, porque a la hora de comer los alimentos estaban en malas condiciones, y los niños así debían de comérselos. Y algunos mejor decidían comer los desperdicios de la basura.
Ya cansados de vejaciones, los 15 niños y adolescentes salieron huyendo de esa prisión y no una casa Hogar, como lo manifestaron algunos. De haber continuado ahí ya hubieran terminado en el Tutelar para Menores.