Madrid, 3 dic (EFE).- La sombra de una década de temperaturas récord planeó este martes sobre la COP25 del clima, en una jornada en la que las ciudades reivindicaron su papel fundamental para atajar la crisis climática, la Organización Mundial de la Salud advirtió de la falta de fondos en los países para afrontar los riesgos sanitarios del cambio global y el alcalde de Madrid fue reconvenido por un líder indígena por sus afirmaciones sobre la Amazonía.
Dificultad de acceso al agua potable o aumento de las enfermedades son solo dos de los múltiples impactos que ya se sienten y que hoy marcaron la segunda jornada de la cumbre del clima, hasta la que llegó el eco del desembarco en Lisboa de la joven activista ambiental Greta Thunberg.
Tras el impulso de los dirigentes políticos en la inauguración del lunes, los grupos negociadores han empezado a avanzan sobre los complejos documentos de la COP para aumentar la ambición climática y, en paralelo foros, expertos e informes advierten sobre la «urgencia de actuar».
Así 2019 cerrará una década con niveles récord de temperaturas y será, al menos, el segundo o tercero más caluroso desde que existen registros, exponía en la zona azul -donde se desarrollan las negociaciones- el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
Los esfuerzos para proteger el clima son aún insuficientes, apuntaba Petteri, para quien desgranó un negro panorama: se está derritiendo cada vez más el hielo de los polos, están aumentando las olas de calor y su intensidad, las inundaciones, los grandes incendios, las tormentas y los fenómenos meteorológicos extremos debido a los gases de efecto invernadero a causa de la actividad humana.
En paralelo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba de la falta de planes de adaptación y vulnerabilidad sobre la salud, pese a que más de cien países han desarrollado planes de salud relacionados con este problema creciente.
Lo explicaban la directora del Departamento de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, el doctor Diarmid Campbell-Lendrum, director de Cambio Climático en la organización, y Jess Beagley de la revista especializada Lancet Countdown.
Neira expresó a EFE la preocupación de la OMS ante los resultados del estudio realizado, en el que se ha detectado que de los 101 países estudiados, «casi todos señalan la salud como una prioridad», sin embargo, a la hora de canalizar los fondos para paliar la crisis del cambio climático, solo el 3 % están destinando cantidades a ese fin.
Y frente a estos problemas, las ciudades, a la que este martes se dedicaba la Cumbre y que son responsables de un 70 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, reivindicaban su «papel medular» en la mitigación de los impactos del cambio climático, por lo que no se puede hacer de la lucha por la sostenibilidad una confrontación de ideologías, sino que debe ser «un pacto político para que las ciudades sean el escenario de una transición justa.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, defendió que para lograr un impacto global hay que actuar desde lo local» para lo que es necesario no solo un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural, ya que «uno puede tener muchas diferencias -políticas, religiosas- pero hay algo que todos tenemos en común: el aire que respiramos».
El de Sevilla, Juan Espadas, recordó que «la oportunidad que aportan los gobiernos locales es la de comprometer a su gente con un reto colectivo como es el cambio climático», por lo que, si desde las localidades se lidera un proceso de transformación, estará ante un «cambio de paradigma de vital importancia».
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien agradeció al Gobierno Central la organización de la cumbre, reclamó el «liderazgo moral» que tienen las ciudades en la lucha contra el cambio climático.
Antes de empezar, Martínez-Almeida, fue reconvenido por un representante del Movimiento Indio de América Mario Agreda reprochó hoy al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que, en unas declaraciones, asegurara que prefería salvar la catedral parisina de Notre Dame antes que la Amazonía.
«El Amazonas es más importante que una iglesia. Te lo digo de corazón», aseguró Agreda al alcalde madrileño, antes de indicarle que «los niños y los jóvenes» tienen que respirar en el futuro.
Por Arturo Larena