México, 26 ago (EFE).- Una escultura de un enorme coyote fabricada en metal y madera se expone desde este martes en la ciudad mexicana de Tapachula, a unos 40 kilómetros de Guatemala, para dar un nuevo significado a la migración y a los derechos humanos, y a su vez brindar información a los migrantes.
«La Transportapueblos», una coyote con su cría, es un proyecto que el arquitecto y artista plástico mexicano Alfredo LIBRE Gutiérrez (Tijuana, 1982) realizó en colaboración con migrantes de Nicaragua, Honduras, Guatemala, Cuba y habitantes locales.
La escultura, que se colocó al lado de las vías del tren conocido como La Bestia, tiene como objetivo orientar a los migrantes además de rendir homenaje a Tapachula por ser una ciudad que acoge a miles de migrantes al año.
«El objetivo de la pieza es informar a los migrantes porque por un lado tiene el listado de los 84 albergues que hay en México y por el otro tiene el mapa con la estas migratorias que hay en este país», dijo a Efe Gutiérrez durante la instalación.
Pero además de ser una pieza artística, la escultura ofrece información precisa que ayuda a los migrantes a trasladarse ya que contiene un mapa preciso de México.
«Esta pieza ubica a los migrantes que no saben dónde están o no conocen las distancias que hay entre determinados puntos. Los orienta y además contiene información sobre derechos humanos y para solicitudes de asilo y refugio. Es información importante para ellos», apuntó.
Precisó que la fabricación de la pieza le lleva entre 20 y 25 días.
Como artista y activista, LIBRE, como llaman a Gutiérrez, recordó que «migrar, buscar una mejor vida y dejar situaciones de violencia es un derecho».
Gutiérrez ya había instalado, hace un año, dos piezas similares en la vías férreas del estado de Querétaro y del Estado de México, que también tenían información para ayudar al migrante.
Y espera colocar otras seis esculturas más en México, para un total de nueve piezas.
Contó que la idea llegó a él porque, al estar como voluntario en un albergue en Ciudad de México, se dio cuenta que un «problema recurrente» para los migrantes es que desconocen muchas cosas como tiempos, distancias o trámites.
Así como de la inseguridad y violencia e información de albergues y refugios. «Muchos creen que al llegar a Ciudad de México están cerca de la frontera y no saben que todavía les falta la mitad del país por recorrer», explicó.
«No quería hacer un letrero institucional y por eso me di a la tarea de buscar una figura y elegí la del coyote, un personaje que he pintado en murales y evolucionó en una escultura, pero todo lo contrario a una pieza de un museo», explicó.
La pieza de Tapachula está acompañada de un cachorro que representa a todos los menores migrantes acompañados y no acompañados que han llegado a México.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) en lo que va de este años 33.122 niños y adolescentes se han presentado ante la autoridad migratoria mexicana, 8.525 de ellos no estaban acompañados.
Además de la coyote y su cría, el artista mexicano y los migrantes centroamericanos construyeron dos estructuras llamadas «tótems» que se instalarán en lugares públicos las cuales contendrán dos tabletas, una cada una con una aplicación de la ONG Sin Fronteras.
La aplicación ofrece información para los migrantes que llegan a Tapachula y carecen de conocimiento para iniciar procesos migratorios, que no conocen lo albergues que están en el país o desconocen las rutas para viajar por México.
Antes de esta intervención, Gutiérrez, quien es originario de la fronteriza ciudad de Tijuana, intervino con pintura un enorme muro en Ciudad Obregón, norteño estado de Sonora, en conjunto con la comunidad de Villa Bonita.
Paralelo a la extensa pared transcurre la carretera Guaymas-Ciudad Obregón y las vías donde el tren La Bestia hace su recorrido. En la vallas, el artista y sus ayudantes pintaron animales en movimiento «en homenaje a la movilidad y natural migración de los seres vivos».
Gutiérrez ha estado involucrado en proyectos de arte urbano y exhibiciones en galerías en varias ciudades de América Latina, Europa y Estados Unidos.
Desde octubre de 2018 ha crecido el flujo de migrantes procedentes en su mayoría de Centroamérica que atraviesan México para llegar a Estados Unidos.
El 7 de junio, México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para evitar la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos por parte del país vecino, lo que se tradujo en el envío de miles elementos de la Guardia Nacional en las fronteras y la contratación de más personal migratorio.
Desde entonces, se reportan detenciones continuas de migrantes en México, y se calcula que el flujo que llega a la frontera de Estados Unidos desde México ha caído casi un 45 %.