Nueva York, 23 ago (EFEUSA).- Desde las alturas de Times Square, una menina gigante contempla a los más de 350.000 viandantes que a diario atraviesan la céntrica plaza. Es la protagonista de un mural, el más grande de la historia de Nueva York, con más de 3.000 metros cuadrados y firma española, la del artista Domingo Zapata.
El lienzo envuelve tres paredes de quince pisos del emblemático One Times Square, el edificio que da la bienvenida al nuevo Año con la mítica bola de cristales, y ahora y hasta principios de 2020, saludará con la icónica figura pintada por Velázquez, e interpretada por Zapata, a habitantes y turistas de la Gran Manzana.
El mural habla de España, pero también de los sueños y las ilusiones por conseguirlos, explica en una entrevista con Efe el artista mallorquín, apenas unos minutos después de concluir la magna obra y todavía cubierto de pintura.
«El mural va sobre los sueños. No sobre los míos, los de todos y de que a veces en los sueños todo es posible», detalla Zapata, hablando de los motivos de su obra, donde también tienen un lugar importante iconos relacionados con el país como el vino, el toreo o incluso un pequeño pueblo de la provincia de Jaén, Alcaudete, donde nació su abuela.
Zapata llega cargado con una mochila con todos sus bártulos y no es difícil verle colgado del edificio, sobre el céntrico cruce de la calle 42 con Broadway, pintando sobre la lona.
«Ha sido un proceso complicado porque nunca había trabajado con estas dimensiones y también con esta altura y todos estos componentes climáticos que generalmente, para un artista, no tienes en cuenta», explica.
Así, Zapata ha tenido que enfrentarse al calor húmedo de Nueva York y también a las tormentas que han azotado la ciudad desde hace unas semanas.
Sin embargo, ni el calor ni el agua han impedido que Zapata consiga concluir el mural más grande de la historia de la ciudad: «Nos llevamos este récord a casa y con muchísimo cariño se lo quiero dedicar a mi tierra, que la llevo dentro, y que por cierto la he plasmado en el mural».
La aparición de Alcaudete en pleno Times Square ha llenado de júbilo al pueblo de 10.000 habitantes y Zapata, aunque mallorquín de nacimiento, recibirá allí en su honor una calle con su nombre.
La obra, sin embargo, no es únicamente una manera de traer España al punto más concurrido de Nueva York. También tiene una finalidad benéfica ya que, una vez se descuelguen las telas, estas se dividirán en cientos de porciones y se repartirán entre diversas asociaciones sin ánimos de lucro.
«En concreto una es Scholas Ocurrentes, que es la asociación del Papa Francisco, y otra es una asociación que se llama Elevate, que trabaja en las escuelas de Nueva York que están por debajo del índice de pobreza», asegura Zapata.
Las zapatillas del artista son otro mural, repleto de manchas y gotas de pintura, después de más de una semana colgado a más de cien metros de altura. ¿Sufre de vértigo? «Ya no. Si lo de pintar deja de funcionar, entonces siempre me puedo dedicar a limpiar ventanas porque ya he aprendido a hacerlo», bromea.
Zapata cuenta que el primer día él y su equipo se quedó atrapado durante tres horas a casi cien metros de altura y, cuando preguntó si serían los bomberos de Nueva York los encargados de salvarlo, le respondieron que hasta allí no llegaban.
«Ahora para quitarme la pintura no sé qué voy a hacer… Pero lo solucionaremos», ríe.