Roma, 20 dic (EFE).- En los Mercados de Trajano, uno de los edificios romanos mejor conservados, se expone a partir de mañana sábado la muestra «Civis Civitas Civilitas», un recorrido que explica la relación entre ciudad y ciudadanía, el vital concepto de «civitas» que aportó la antigua Roma.
Foros, basílicas, teatros, termas o arcos del triunfo, entre otros, toman forma en las 58 maquetas que componen la exposición, ya que «a través de estas formas arquitectónicas se expresa esta modalidad de ciudadanía romana», explica a Efe Claudia Cecamore, directora del Museo della Civiltà Romana.
«La importancia de los edificios es fundamental», continúa Cecamore, porque «es en los espacios comunes donde se producen e interpretan las leyes y usos comunes que construyen la ciudadanía», señala parafraseando a Cicerón.
Fue gracias a estos edificios como «Roma consiguió entrar en los países que conquistaba», extendiendo esta «civitas» o ciudadanía que se practicaba en los foros o en las termas, desde Hispania hasta Siria.
De este modo, era tan ciudadano romano una persona nacida en Italia como otra de la Galia o Grecia, y Cecamore recuerda que un «español» como Trajano llegó a ser emperador, gracias a esta «hibridación de culturas y sentimientos».
En la exposición se pueden ver, por tanto, reproducciones de importantes espacios de la capital romana, como el Foro de Augusto, pero también monumentales complejos alejados de Italia, como las termas imperiales de Tréveris (Alemania), o el teatro de Sabratha (en Libia), probablemente la maqueta más imponente.
En estos edificios transcurría la totalidad de la vida en la Antigua Roma, como en la basílica, «donde se imparte la justicia y se crean las leyes romanas» o en el «capitolium», donde juraban los cargos los cónsules, «entre otras mil funciones».
Las piezas provienen de dos muestras realizadas en Roma, una en 1911 con motivo del 50 aniversario de la unificación de Italia, y otra en 1937, organizada bajo el fascismo para celebrar el «bimilenario» de Augusto.
«Mussolini tendía a una identificación con los emperadores romanos, especialmente con Augusto», dice Cecamore, quien advierte del carácter propagandístico de aquella exposición, aunque ahora se ha recuperado «desde un punto de vista histórico».
El lugar elegido, el Museo de los Mercados de Trajano, representa para la comisaria un lugar que «encarna Roma y la variedad de formas arquitectónicas romanas».
«Roma elabora tipologías arquitectónicas que valen solo para Roma», como este mercado construido por el emperador en el siglo II d.C, considerado como el primer centro comercial cubierto del mundo, «que no tiene otro igual, no se puede copiar», concluye.