París, 4 oct (EFE).- La gigantesca y controvertida escultura Ramo de Tulipanes, que el artista estadounidense Jeff Koons ha regalado a París por petición de la exembajadora de EEUU como homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas de 2015, fue inaugurada este viernes en los Campos Elíseos en medio de la polémica.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, reconoció en su discurso que permaneció serena frente a la tempestad que despertó el anuncio del regalo en 2016, «porque para mí era normal que reaccionáramos así. París ama apasionadamente la libertad, el arte, y la controversia; este proyecto debía seguir el rito iniciático de todos los grandes proyectos que dejan huella en nuestros corazones y que se dirigen a las generaciones futuras».
Hidalgo respondía así a las numerosas críticas que ha recibido la obra tanto desde el mundo artístico francés como desde la propia ciudadanía: se ha reprochado a Koons el gigantismo y la banalidad de sus tulipanes, el hecho de que no sea una obra completamente nueva, su elección inicial para instalarla (junto al modernísimo Palais de Tokyo) o incluso la financiación de la escultura.
La obra, con un coste de tres millones y medio de euros, ha sido financiada por mecenazgos privados que consiguieron reunir la Fundación París y la pareja de productores de arte Noirmont.
«No recibí ningún pago por el tiempo dedicado a la obra ni mi equipo tampoco», aclaró Koons, quien insistió en que la obra tuvo un sobrecoste superior al previsto que él mismo costeó.
«También he dado el copyright de la obra: el 80 % de los ingresos está destinado a las familias de las víctimas y el 20 % a la ciudad, que se encargará del mantenimiento», defendió el artista ante la mirada de representantes de asociaciones de víctimas de los atentados del 13 de noviembre de 2015, en los que murieron 130 personas.
La escultura de Koons conecta con la Estatua de la Libertad de Nueva York tanto desde el punto de vista estético como simbólico y económico: ambos son actos diplomáticos que simbolizan la amistad franco-estadounidense, la similitud entre la mano alzada de la libertad que sostiene la antorcha y la que tiende un ramo de tulipanes en la obra de Koons y los problemas financieros que rodearon a ambas.
Los once tulipanes a modo de globos creados de una aleación de bronce, acero y aluminio en diferentes colores «son una representación de la pérdida, el resurgimiento y la vitalidad del espíritu humano. Para simbolizar la pérdida de las víctimas y sus familias, el ramo está compuesto de once flores solamente, la duodécima simboliza la pérdida nacida de los atentados» explicó el artista.
Con una altura de 13 metros y 34 toneladas de peso, la búsqueda de un lugar apropiado ha debido considerar aspectos técnicos, derivados de sus dimensiones, además del rechazo que suscitó la propuesta de instalarla entre el Museo de Arte Moderno de París y el Palais de Tokyo.
Koons explicó que «desde París ofrecieron diferentes localizaciones. Yo vine y elegí inicialmente el Palais de Tokyo, y surgió la controversia. Nunca hice esa elección, se me ofreció como una opción y pensé que era una buena localización».
En cuanto al emplazamiento definitivo, en un discreto y poco concurrido jardín en la avenida de los Campos Elíseos, respondió: » No podría estar más contento del lugar donde se encuentra, solo deseo que tenga la oportunidad de interaccionar con la gente. Estoy emocionado. Es el primer día en su casa aquí».