Gabriel López Rodríguez y Gabriela Vianney Morales de Luna hicieron realidad su más grande sueño de amor, al quedar convertidos en marido y mujer.
Ellos eligieron el templo de San Antonio de Padua para recibir la bendición de su amor, lugar que se vio concurrido por los seres queridos de los novios.
Al pie del altar principal fue entregada Gabriela Vianney a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios que tenían destinados para ellos y con atención escucharon la misa en su honor.
Luego, el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a los enamorados si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.