México, 2 ene (EFE).- El cambio de uso de suelo, la urbanización y las invasiones ponen en peligro los humedales de montaña en el suroriental estado mexicano de Chiapas, advierte hoy el ecologista León Enrique Ávila Romero.
«Actualmente, están siendo rellenados, destruidos, perturbados y hasta se han hecho construcciones» dijo a Efe el mexicano Ávila Romero, integrante de la Red por el Cuidado de la Vida y la Tierra del Valle de Jovel, en los Altos de Chiapas.
Dos tipos de humedales de montañas se localizan cerca de San Cristóbal de Las Casas, La Kisst y María Eugenia, declarados ambos áreas naturales protegidas en 2008 y en 2012 incorporados a la convención RAMSAR, relativa a los humedales de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
Los humedales de montaña son cuerpos de agua de menos de seis metros de profundidad que proporcionan servicios como proveer agua limpia y pura y prevenir las inundaciones y culebras, esto en San Cristóbal de las Casas, la principal población de la zona de los Altos.
Los humedales de montaña, junto con los manglares en la costa, son considerados reguladores del clima y de los ciclos del agua.
A pesar de que tienen dos puntos de acuerdo del Senado mexicano que demandan la protección de dicha área natural protegida, la realidad es que esta joya de la naturaleza ha estado olvidada.
Se calcula que en la actualidad unas 20 hectáreas de humedales en esta entidad mexicana han sido rellenadas, pavimentadas o construidas, lo que ha derivado en un deterioro considerable para el medio ambiente.
Esto amenaza a varias especies, algunas de ellas autóctonas, que solo viven en este tipo de ecosistemas, como el pez Popoyote o pez escamudo de San Cristóbal (Profundulus hildebrandi), está última de gran importancia ecológica y catalogada en peligro de extinción.
Además, estos humedales son la principal fuente de agua potable de San Cristóbal de Las Casas, que tiene una población de 158.027 habitantes.
«Es de donde proviene la mayor cantidad de agua que consume los habitantes de la ciudad; otra función importante es contrarrestar los desastres naturales como las culebras, trombas», señaló Ávila Romero.
Desde hace varios años un grupo de ciudadanos de la región emprendió una lucha para denunciar todas las invasiones que provocan daños a estos espacios naturales lo que ha derivado en denuncias penales en contra de los propios activistas.
«Hace ocho años esto era un desierto y hemos logrado reforestar. Por lo que convocamos a defender este espacio por las nietas y por los nietos», afirmó a Efe Dámaso Villanueva, activista y defensor social en San Cristóbal de Las Casas.
Jesús Carmona de la Torre, responsable de laboratorios institucionales del Colegio de la Frontera Sur, afirmó que si los humedales se pierden, especialmente los de San Cristóbal de las Casas, habrá escasez de agua, se perderán especies endémicas y aumentará el riesgo de inundación.
El municipio ha señalado este deterioro y se han comprometido a restaurar los daños empezando con la clausura y protección del espacio para evitar que se construya en áreas cercanas, dijo a Efe Jerónima Toledo Villalobos, presidenta municipal de San Cristóbal de Las Casas.
Según el Inventario Nacional de Humedales (INH) elaborado por el Gobierno mexicano, México contaba en 2017 con 6.331 humedales.
De los cuales, por su relevancia y sus características, 142 están considerados dentro de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional.