Vaya sacudida, se espera, la que tendrá el servicio de transporte público en Aguascalientes, pues al no haber mejoría con el actual esquema, una empresa foránea vendrá a sentar sus reales.
No bien este Diario dio la primicia, todos los hilos comenzaron a moverse, pues la incursión del grupo ADO en el transporte urbano y suburbano vino a sacudir lo que se supone marchaba tranquilamente, aunque la voz discordante era la de los usuarios, que nunca se han sentido bien atendidos en este servicio.
Pero no nada más quienes hacen uso de los camiones son los afectados, por llamarlo de alguna manera, pues aunque se dice que todos los cambios suceden para bien, para pronto los primeros en levantar la voz fueron los dueños de urbanos, quienes se quejan que incluso todavía deben algunas de sus unidades, pues estaban obligados a brindar el servicio con renovada flota vehicular.
La dirección de Movilidad en ese aspecto es clara y dicta las directrices, pero no todos los dueños de urbanos las siguen: una condición para subir las tarifas es que se brinde un servicio de calidad, lo que por supuesto no siempre sucede.
Y aquí también tienen injerencia los choferes, quienes siempre se han quejado de que son mal pagados, que trabajan extensas jornadas, que no tienen lugares adecuados de descanso, en fin, un rosario de inconformidades. Incluso, no hace muchos meses decenas de trabajadores hicieron movilizaciones y protestas afuera del Teatro Aguascalientes para exigir mejorar sus derechos. Lo particular de estas manifestaciones es que los choferes estaban acompañados de sus familias: esposas, hijos, padres, quienes se quejaban de que casi no convivían con ellos.
El fuego de estas protestas fue apagado pronto y los resultados y acuerdos a los que llegaron no lo sabemos, pero fueron sofocadas y terminó la amenaza de detener el servicio, que era lo que amagaban y obviamente los más perjudicados eran los usuarios.
La paralización del servicio no es nueva en Aguascalientes, pues en el sexenio de Carlos Lozano los transportistas hicieron paro y el asunto lo vinieron a resolver los camiones de personal privados, quienes movilizaron a todos los usuarios.
Ahora, lo que se avizora es una tormenta por la entrada de ADO, pues los primeros en protestar fueron los dueños de camiones y los sindicatos, quienes insisten en que al ser una empresa foránea los contratos colectivos no son legales en esta Entidad.
Este arroz no se ha cocido y vendrán muchos desencuentros por la nueva empresa, pero si los beneficiados van a ser los miles de usuarios del transporte público, bien vale la pena intentar mejorar el deficiente servicio que se ofrece en la actualidad.