Tras lo sucedido la noche del domingo, que es de sobra conocido, y tal como lo comentábamos ayer, la respuesta presidencial al revés que recibió en San Lázaro no se va a quedar así, pero esto ya se esperaba.
Andrés Manuel López Obrador durante semanas intentó convencer a legisladores de otros partidos que no eran el suyo y sus satélites, a aprobar la cuestionada reforma eléctrica, so pena de ir en contra de su línea partidista, incluso se adelantó y llamó a diputados a rebelarse contra sus partidos y darle el voto positivo que, según los cercanos al mandatario, esperaba un rotundo éxito porque nadie le dice no al presidente.
Pero los cálculos le fallaron e incluso antes de que se diera la votación en el pleno, el Presidente hizo una publicación vía Twitter donde ya daba por descontado que ganaría su propuesta y amenazaba, literal, con enviar a primera hora la ley para nacionalizar el litio, algo que por supuesto cumplió, pues era su plan B desde el principio de la rebatinga.
Entonces, haciendo cuentas, si algo no lo consigue con el voto de legisladores, lo arrebata por medio de decretazos y leyes, ya que así lo ha hecho o lo ha pretendido realizar con la reforma educativa, la ley de hidrocarburos, la reforma al Poder Judicial, también metió mano al Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, la ley para regular la subcontratación laboral (outsourcing), las concesiones de ferrocarriles, la ley orgánica de la Fiscalía General de la República y, por si fuera poco, también ha metido mano en la ley de salud y no quita el dedo del renglón en realizar una iniciativa de reforma administrativa al Congreso de la Unión, en la cual propone la desaparición de los organismos autónomos, y como no pudo con la ley eléctrica, cambiará la Constitución para modificar la ley minera.
Asimismo, como el revés dolió, los líderes de su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional, anunciaron que harán una cruzada nacional para exhibir a los legisladores “traidores a la patria” que votaron en contra de la multicitada reforma eléctrica, y juran y perjuran “que esto no se va a quedar así”, por lo que ya preparan mantas y carteles con el rostro y nombre de los diputados que le “fallaron al pueblo”.
En fin, este asunto no se acaba aquí y parafraseando al “Chavo del 8” que decía cada vez que tenía oportunidad, la venganza nunca es buena…, se podría aplicar en ese entonces y en nuestros días, a las acciones del mandatario en turno, pero nada bueno puede venir de amenazas.
Por lo pronto, en esta ocasión la aplanadora de MORENA no pudo en San Lázaro y la oposición, que logró unirse ideológicamente en partidos que son como el agua y el aceite, PAN-PRI-PRD, se impuso y esperemos que algo bueno salga de este espinoso asunto.