“La realidad es que veo algunas de estas reformas sin sentido, como por ejemplo que la Guardia Nacional forme parte de la SEDENA, militarizar al país, que ya está manchado en sangre”, fue lo que dijo el diputado panista Max Ramírez, con respecto a la propuesta presentada por el Presidente de México.
En este sentido manifestó que en cuanto al presupuesto se habla de la austeridad republicana, misma que no existe al ver los contratos multimillonarios que manejan los hijos del Presidente o con obras faraónicas que no sirven para nada; “yo como diputado local de Acción Nacional no comparto dichas iniciativas”.
Asimismo dijo que dichas reformas son bastante complejas, por mencionar algunas señaló que la pensión de adultos mayores ya se encuentra en la Carta Magna, la cual era a los 60 y ahora es a los 65 años; “ese tema en particular ya es un programa constitucional, yo sí estoy a favor de que se apoye a los adultos mayores, con lo que no coincido es que se les dé el apoyo a los jóvenes, a esos ninis, se les debe enseñar a trabajar”.
El legislador dijo que pareciera que el Presidente quiere un país de gente pobre y que no tenga estudios; y en cuanto a la salud, señaló que al quitar el Seguro Popular dejó a más de 200 millones de mexicanos sin este esquema y ahora quiere hacer una reforma en ese materia. Andrés Manuel López Obrador debería de explicar cuál sería la estrategia que se seguirá, por ejemplo quitando programas sociales, el FONDEM.
Por su parte la diputada panista Alma Hilda Medina Macías señaló que “el señor no se podía ir sin una locura más”; tras indicar que los números no le dan para sacar reformas constitucionales en las dos Cámaras, además de que corresponde a un tema electoral, donde quiere decirle a la gente lo que quiere hacer sin importarle si legal o financieramente le conviene al país.
Apuntó que lo más grave de las 20 iniciativas es pretender que los jueces, magistrados y autoridades electorales deban de ser elegidos por la mayoría de la gente; “no quiere decir que los más populares sean los mejores, esa es a lo mejor una de las contrariedades de la democracia”.