CIUDAD DE MÉXICO, febrero 17 (EL UNIVERSAL).- A pesar que físicamente ya no está con nosotros desde hace más de un año, Vicente Fernández no ha muerto y no podría estarlo con un legado tan importante para la cultura mexicana. Sus canciones siguen tan vigentes como siempre, por ello, para recordarlo en el que sería su cumpleaños 83, hagamos un repaso por su trayectoria.
Nació en la bella Guadalajara, Jalisco, el 17 de febrero de 1940. Con solo 14 años comenzó su carrera amateur cantando en restaurantes y fiestas. Este proceso no fue sencillo, tuvieron que pasar diez años para que le llegara una buena oportunidad y se incorporara con su repertorio musical a la XEX-AM.
Tras su participación en la radio, donde comenzó a conquistar al gran público, siguieron presentaciones en teatros importantes en la Ciudad de México como el Blanquita, cuna de grandes talentos y tras varias presentaciones agotadas grabó su primer disco del que se desprende el tema «Tu camino y el mío».
En 1966 llegó a la televisión de la mano de Raúl Velasco, un personaje muy importante dentro de la farándula en América Latina. Si un artista lograba aparecer en su programa era prácticamente seguro que su carrera despegaría y llegaría a conseguir el tan anhelado éxito.
Para 1972 su interpretación de «Volver, volver» era no solo conocida mundialmente, sino que otros cantantes de la época como Raphael grabaron su versión del tema, que para entonces no solo era un himno de «Chente», sino de la música mexicana.
La fama lo catapultó de forma paralela en el cine, donde comenzó a ser el protagonista de las películas rancheras como «La ley del monte» llenando un espacio que había quedado vacante luego de la muerte de Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solís.
En la pantalla grande participó en más de 30 películas en las que destacaron «El hijo del pueblo», «El albañil», «La ley del monte», «Picardía mexicana», «El arracadas», «El sinvergüenza» y su última participación en 1991, «Mi querido viejo».
El año de 1990 fue uno de los mejores para Vicente Fernández musicalmente hablando, pues lanzó el álbum «Las clásicas de José Alfredo Jiménez» y tras este disco le siguieron éxitos como «Qué de raro tiene», «Lástima que seas ajena», «Acá entre nos» y «Mujeres divinas».
La dupla que Fernández hizo con otros compositores como Martín Urieta y el mismísimo, Joan Sebastian le permitieron colocarse entre los discos más vendidos y con ello, consagrarse como el máximo exponente del regional mexicano.
El álbum de 2007, «Para siempre» se mantuvo en la cima durante varias semanas gracias a las composiciones de Joan Sebastian, «Estos celos» y «Para siempre», que se convirtieron en verdaderos clásicos contemporáneos de la música ranchera.
Cuando Vicente Fernández se presentaba en algún escenario no solo se aseguraba un lleno total (como sus presentaciones históricas en la Plaza de Toros o en el Estadio Azteca) sino que seguía religiosamente la frase «Mientras no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar», y así sucedió hasta su retiro de los escenarios en 2016.
Si bien fue un personaje polémico por sus declaraciones machistas y homofóbicas, también fue un hombre que realizó grandes aportaciones a la cultura musical de México y el mundo.
¡Feliz cumpleaños, Chente!