Viena, 26 nov (EFE).- La actriz vienesa Hedy Lamarr (1914-2000) fue una adelantada a su tiempo tanto dentro de la pantalla, protagonizó el primer orgasmo femenino de la historia del cine en «Éxtasis» (1933), como fuera, al inventar una técnica precursora del wifi y el bluetooth.
El Museo Judío de Viena repasa la vida de película de esta pionera -nacida con el nombre de Hedwig Kiesler- en una muestra inaugurada este martes que lleva por titulo «Lady Bluetooth».
A mediados de los años 30 huyó de un matrimonio fallido con un rico empresario, probó en el cine europeo y más tarde se convirtió en una estrella en Hollywood.
Durante la Segunda Guerra Mundial desarrolló inventos para la armada de EEUU -la ingeniería era una de sus grandes pasiones- en su lucha contra los nazis.
A través de fotografías, carteles de sus películas y objetos personales de Lamarr, los visitantes de la exhibición pueden descubrir cómo la actriz compaginó su trabajo frente a las cámaras con el desarrollo de inventos muy adelantados a su tiempo.
«Ella estaba cansada de ser guapa, y quería demostrar que también era lista», dijo este martes uno de sus hijos, Anthony Lodner, durante la inauguración de la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo mes de mayo.
HOLLYWOOD SE ENCARGÓ DE CREAR UN PERSONAJE
La historia de Lamarr es la de la actriz considerada «la mujer más bella del mundo» en su época, aunque eso la recluyó a interpretar papeles estereotipados en los que apenas podía brillar.
Todo era parte de un personaje que la industria cinematográfica se encargó de diseñar, en el que se primó su físico y no su talento interpretativo.
«Cualquier chica puede ser glamurosa. Todo lo que hay que hacer es quedarse quieta y parecer estúpida», dijo Lamarr con sarcasmo en una ocasión.
La actriz, que ya había hecho historia en el cine europeo tras protagonizar el primer orgasmo femenino en la historia del cine en Éxtasis (1933), siguió con su exitosa carrera al otro lado del Atlántico, donde recibió una estrella propia en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Sin embargo, esa fama mundial que alcanzó en la década de 1940 gracias a su belleza, que inspiró incluso a la Blancanieves de Disney, fue diluyéndose y su figura acabó en el olvido.
No fue hasta muchos años después, con el progreso de la tecnología de las telecomunicaciones en la década de los 90, cuando Hedy Lamarr volvió a estar en boca de todos.
PRECURSORA DEL WIFI
Un invento suyo, que patentó en 1941 junto con el compositor George Antheil en plena II Guerra Mundial, ha sido esencial para el desarrollo de las redes «wifi» y «bluetooth».
Se trataba de un sistema de control de torpedos por radio que empleaba las tecnologías del espectro ensanchado y del salto de frecuencia, hasta entonces desconocidas, y que posteriormente serían las bases del «wifi» y el «bluetooth».
Esta tecnología estaba pensada para impedir que la Alemania nazi interceptara los torpedos aliados, puesto que la señal de radio cambiaba de frecuencia constantemente, y era necesario conocer una clave secreta que tan solo compartían emisor y receptor.
Aunque su desarrolló ha sido un éxito, fue necesario esperar muchos años para comprobarlo. Lamarr se había adelantado a su tiempo, y la tecnología no había avanzado lo suficiente como para poder poner en práctica su invento.
«Se lo dio a la Marina estadounidense, pero no lo usaron porque era demasiado complejo para su tiempo. No sabían cómo emplearlo», declaró a EFE la comisaria de la exposición, Andrea Winkelbauer.
De hecho, esta tardanza en su aplicación hizo que la patente se venciera, por lo que ninguno de los inventores pudieron lucrarse con su idea. 14 años después de su fallecimiento, en 2014, Lamarr fue incluida en el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
«Su belleza quedará en el olvido, pero su invento siempre permanecerá ahí» sentenció su hijo.
En los últimos años la vida de Lamarr, que murió en el olvido en 2000, ha sido justamente reivindicada en documentales, exposiciones y en una próxima serie que protagonizará la actriz Gal Gadot.
En Austria, el Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre, el día del nacimiento de Lamarr.
Por Hugo Barcia