México.- Un juez federal vinculó a proceso a un presunto integrante del grupo delictivo "La Línea", brazo armado del Cartel de Juárez, quien supuestamente participó en la masacre del 4 de noviembre en la que perdieron la vida nueve miembros, entre ellos seis niños, de la familia LeBarón, informó este domingo la Fiscalía General de la República (FGR).
Mediante un comunicado, la Fiscalía indicó este día que obtuvo vinculación a proceso y prisión preventiva oficiosa en contra de Héctor "H", que según medios es Héctor Mario Hernández Herrera, "por su probable responsabilidad en el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud".
Debido a que el juez determinó prisión preventiva oficiosa, el sujeto enfrentará su proceso penal en la cárcel, además, el juez fijó seis meses para la investigación complementaria.
Además de Héctor "H" hay otros cuatro presuntos implicados en la matanza que han sido imputados por la Fiscalía ante un juez federal, pero no se le ha fincado el delito de homicidio.
En el comunicado, la FGR relató que en diciembre del 2019, agentes de la Policía Federal Ministerial (PFM), detuvieron a Héctor "H" a bordo de un vehículo en posesión de diversos cartuchos, además de sustancia sólida cristalina, hierba verde seca y 15 teléfonos celulares.
Posteriormente, la Juez Sexta de Control del Centro Nacional de Justicia Especializado en Control del Centro Nacional de Justicia Especializado en Control de Técnicas de Investigación, Arraigo, e Intervenciones de Comunicaciones, autorizó un arraigo en su contra.
Luego el Ministerio Público Federal (MPF) solicitó una orden de aprehensión contra la citada persona, el cual fue liberada por una jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal del Estado de México.
Según las evidencias con las que cuenta el MPF, Héctor "H" forma parte de La Línea y se presume que participó en el ataque.
El 4 de noviembre un comando de sicarios acribilló con armas de grueso calibre a tres camionetas de las familias Langford, Miller y LeBarón en la comunidad de Bavispe, estado de Sonora, frontera con Estados Unidos.
El saldo de la masacre fue nueve muertos, entre ellos seis niños, además de cinco niños heridos que fueron llevados al Diamond Children Hospital de Tucson, Arizona, EE.UU.
A inicios del año, Julián y Adrián LeBarón, miembros de una de las familias mormonas víctimas de la masacre, aseguraron a medios que existen "alrededor de 40" implicados en la matanza, la mayoría identificados por su apodo.
En aquella ocasión, el abogado de la familia, Abel Murrieta Gutiérrez, dijo que había, según lo establecido en la reunión, "tres personas detenidas y cuatro arraigadas".