Aguascalientes ha sido atacado por la presencia de miembros del crimen organizado y sus actuaciones han puesto a temblar los alrededores y en algunas partes del territorio estatal.
Mucho se ha hablado de la presencia de hombres armados en carreteras de Aguascalientes-Jalisco, Aguascalientes-Zacatecas y Aguascalientes-San Luis Potosí.
Apenas la semana pasada, un grupo de trabajadores de la empresas Sistemas de Arneses K & S Mexicana fue víctima de estos delincuentes, pues cuando se dirigían a su domicilio a bordo del transporte de personal, casi a las dos de la madrugada, seis camionetas los interceptaron entre la población de Loreto y San Marcos, Zacatecas.
“Sí les apuntaron con cuernos de chivo a los que iban en el camión. Sólo iban cuatro trabajadores, porque el resto ya había sido repartido en sus localidades donde viven. Como los delincuentes vieron que sólo eran cuatro, los dejaron ir. El miedo de los trabajadores era que los iban a matar”.
Por fortuna lograron salir ilesos y llegaron a su domicilio un día después, esto porque el chofer de la unidad decidió regresar a Loreto. Ahí permanecieron resguardados por unas horas y volver a San Marcos.
Estos trayectos se han vuelto una bomba de tiempo para cientos de conductores, quienes ya no ven lo duro sino lo tupido. Un caso particular fue el del secretario adjunto de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes, Rogelio Padilla, que viajaba a bordo de su vehículo a la altura del municipio de Jerez, Zacatecas, cuando un grupo armado a bordo de dos camionetas le dieron alcance; para despistarlos, decidió hacer una parada en una tienda de autoservicio.
“Los vehículos se pararon junto a mi vehículo. Uno de los tripulantes me indicó que si no le vendía mi vehículo. Yo sabía que la intención de ellos era el quitarme mi carro, pero le dije que el carro no era mío, que era de la empresa donde yo trabajaba. Y me di cuenta que en las camionetas traían armas, rifles; se veían los cañones. Para fortuna, en ese momento llegó un carro de militares a la tienda donde me había detenido y le saludé a uno de los militares y eso provocó que el delincuente se fuera, sólo diciéndome que luego negociaríamos la compra-venta de mi carro. Me libré de ese momento que fue muy peligroso, porque si no fuera por los militares ya me hubieran quitado mi carro y mi vida hubiera estado en peligro”.
Para fortuna, el líder sindical está a salvo y pudo narrar esta historia y más aún porque los delincuentes se encuentran recorriendo las carreteras a toda hora, (principalmente de noche).
Una muestra latente fue el caso del 8 de junio, cuando un grupo de sujetos armados, detuvieron a un conductor de una Nodrisa en la carretera Aguascalientes-León, para llevarse camionetas nuevas transportadas con dirección al sur del país; estos delincuentes se robaron tres camionetas y se dieron a la fuga sin ser capturados.
En ese momento no llegaron elementos de la Guardia Nacional, ni policías estatales ni el Ejército Mexicano. Los delincuentes detuvieron el flujo vehicular de ambos sentidos para hacer sus maniobras por 30 minutos.
Sin embargo, no sólo queda en eso la participación de los delitos, sino ahora las desapariciones de mujeres se encuentran más evidentes.
Apenas el 27 de julio, cuatro mujeres fueron desaparecidas en Encarnación de Díaz, Jalisco. Dos de ellas, radicando en Aguascalientes, iban de visita a ver a sus familiares, cuando fueron desaparecidas de manera sospechosa.
De acuerdo con información del Observatorio de Violencia Social y de Género, la cuarta mujer desaparecida fue sacada con violencia de su domicilio al día siguiente cuando dos de sus hermanas y una tercera (pareja de una de sus hermanas) habían sido privadas de su libertad.
“Lo que supimos es que la forma como se las llevaron no fue nada normal, es muy sospechosa la forma y ahorita los familiares no han recibido ninguna llamada de rescate de quienes las tienen secuestradas. No se sabe nada y todavía más, la Fiscalía de Jalisco no les quiso recibir la denuncia porque dos de ellas vivían en Aguascalientes”, dijo Violeta Sabás, activistas del Observatorio de Violencia Social y de Género.
Mientras ellas eran desaparecidas en Jalisco, tres hombres de Aguascalientes también eran levantados en Zacatecas. De ellos no se tiene ningún rastro ni evidencia de su paradero, reportó la activista.
NARCOS RETAN A LAS EMPRESAS
Además del terror sembrado afuera de Aguascalientes por grupos criminales, los habitantes de Zacatecas están impedidos para salir de sus casas para venir a trabajar, de lo contrario, son sujetos de amenazas.
“Han llegado reclutadores de empresas de Aguascalientes para ofrecerles trabajo a la gente de Zacatecas, de los municipios de Juchipila, Tabasco y Jalpa, pero los han corrido de allí. Salen hombres armados que les piden que se vayan y no vuelvan a ofrecerles trabajo a la gente de allí”, señaló Rogelio Padilla, líder obrero.
Este ha sido uno de los peores momentos con lo cual están lidiando cientos de familias de esos lugares, además de no tener trabajo en sus lugares de origen, no los dejan ir a buscar a otras partes.
Sin embargo, esto puede traducirse como un momento de terror, donde ni la policía puede entrar para mediar la situación, son tierras de nadie, donde el narcotráfico ya se apoderó de la zona y los cárteles de la droga han tomado como bastión diversos municipios en pos de pelear la plaza.
No obstante, las empresas de Aguascalientes ahora están resignadas para aceptar estos momentos de incertidumbre, sufren uno de sus peores momentos por la falta de personal.
De acuerdo con cifras de rotación de personas en las empresas, ya se tiene el dato de un 15%, en su mayoría son jóvenes que deciden cambiar de trabajo para encontrar el mejor. Hoy en día, la cifra de vacantes por cubrir son de 2 mil espacios en puestos operarios.
Ahora con el temor a no ser víctima de la delincuencia, la gente prefiere no salir a carretera, ni ser víctima de los delincuentes.
Si antes las empresas traían a trabajadores de Jalisco, de Zacatecas y hasta de poblados cercanos a San Luis Potosí, ahora prefieren mejor no hacerlo, ya que este miedo está incontrolable.