Por Erick Cortés.- Con un enlace en vivo desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el presidente López Obrador atestiguó en su conferencia matutina el despegue de un Boeing 737, el primer vuelo de la reinaugurada aerolínea Mexicana de Aviación.
La compañía había dejado de operar en el 2010, tras enfrentar dificultades debido a la crisis económica del 2008 y a la pandemia por el virus de la Influenza AH1N1, en el 2009, eventos que redujeron el turismo y el número de pasajeros de la aerolínea.
Entre aplausos, el presidente celebró el despegue del vuelo que tenía como destino el Aeropuerto Felipe Carrillo Puerto de Tulum, Quintana Roo, pero que tuvo que aterrizar en Mérida debido al mal clima, que retrasó también a otros vuelos de varias compañías en el país.
Un banco de niebla en Tulum hizo que el avión volara en círculos durante varios minutos sobre el estado de Quintana Roo, hasta que fue desviado a Yucatán, donde finalmente aterrizó sin completar su viaje inaugural.
Antes del contratiempo, el mandatario festejó su relanzamiento y aseguró que es una victoria contra las privatizaciones, argumentando que su quiebre se dio pocos años después de su venta al empresario Gastón Azcárraga, durante el sexenio de Vicente Fox.
“Fue de esos favores que se hacían con propósitos electorales. Gastón Azcárraga apoyó a Fox en la campaña y cuando Fox llegó a la presidencia le entregó a Mexicana de Aviación. Posteriormente la quiebran y despiden a los trabajadores ya en el gobierno de Felipe Calderón”, dijo.
Ahora en manos del Grupo Aeroportuario, ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica (una empresa militar que administra varios trenes y aeropuertos), Mexicana realizará vuelos a 20 destinos nacionales con un costo promedio hasta un 20% más bajo que el de sus competidoras comerciales Aeroméxico, Volaris y Vivaaerobus.
Sin embargo, el hecho de que el Ejército tenga el control de la compañía ha despertado cuestionamientos sobre su viabilidad, esto sumado a la falta de aeronaves, que por ahora obliga a la aerolínea a operar con con una flota de diez aviones (tres Boeing 737-800 y dos Embraer), propiedad de la misma Sedena, y las otras cinco serán rentadas en el 2024 a la compañía estadounidense SAT Holdings.
El secretario de la Defensa, Lus Crescencio Sandoval, dijo que se contempla la posibilidad de comprar aviones usados y nuevos para fortalecer a la empresa, al tiempo que irá cubriendo los destinos turísticos más importantes del país, aunque también planean llegar a los aeropuertos pequeños. “Daremos prioridad a atender esos aeropuertos para que se convierta a la aerolínea en un motor generador de desarrollo para los aeropuertos que tienen poca movilidad por la falta de vuelos”, dijo.
Entre el personal que opera la nueva aerolínea están los pilotos y azafatas que trabajan en Mexicana antes de su quiebre, así como personal de la Sedena y de la empresa Aeromar.