Moscú, 14 may (EFE).- El grupo punk ruso Pussy Riot, famoso por sus acciones de protesta contra el Kremlin y su activa defensa del feminismo, ha vuelto a la actualidad musical con el lanzamiento de un disco contra la violencia machista, que se ha disparado en este país durante el confinamiento por el coronavirus.
«En la canción ‘Nozh’ (Cuchillo) decidimos ofrecer nuestra propia versión del mundo donde el abusador recibe su merecido. Que el violador potencial coja miedo a las mujeres. Que sepa que las mujeres tenemos puños, – spray y un deseo irrefrenable de vivir», explicó Nadezhda Tolokónnikova, líder de Pussy Riot, a la prensa local.
Tolokónnikova, que cumplió casi 2 años de cárcel por escenificar en 2012 la famosa plegaria punk «Madre de Dios, echa a Putin» en el principal templo ortodoxo del país, admitió que ella misma fue víctima de abusos.
«Toda la locura, humillación y violencia que vives en tu propia casa la sufres en solitario. Y, además, tú misma te sientes culpable», confiesa.
Como es habitual, las letras de Pussy Riot están llenas de irreverencias, palabras soeces, activismo político, llamamientos a la libertad sexual, críticas al orden establecido y al machismo imperante en la sociedad rusa.
«Llegaste tarde a tu última lección/Ahora elige: cuchillo o pistola/Tenía muchos deseos de dejarte libre/Pero no puedo compartir el mundo contigo…/Este cuchillo lo afilé para ti», canta en «Nozh».
En el vídeo, que ya se puede ver en youtube, se ve a una mujer con mascarilla dentro de un juego de animación que lleva escrita en su camiseta la palabra vagina y en su minifalda dibujadas cruces, en clara referencia a una de las dianas preferidas del grupo, la Iglesia Ortodoxa.
Además, el vídeo incluye lemas en inglés como «matar al violador», «defensa propia» o «libertad a las mujeres», además de presentarle a la mujer un abanico de armas y utensilios para defenderse ante el abusador.
Tolokónnikova, cuyo vídeo concluye con una estadística de que el 35 % de las mujeres en el mundo han sido víctimas de violencia física o sexual, lamenta que dichos casos en Rusia nunca sean denunciados ante la policía, ya que ésta nunca se toma en serio las denuncias de abusos.
Según fuentes de derechos humanos, las denuncias por violencia machista se han disparado 2,5 veces desde que los rusos están confinados debido a la COVID-19, datos que han sido refutados hoy por el ministerio del Interior.
Pussy Riot ha compaginado en los últimos años la música con la defensa de los derechos humanos de las mujeres en las cárceles rusas y acciones de protesta como la ocurrida durante la final del Mundial de fútbol organizado por Rusia en 2018 en la que varios de sus miembros invadieron el campo del estadio Luzhnikí.