Wall Street encadena su segunda semana consecutiva de pérdidas en vista de la persistente inflación en Estados Unidos, que se reflejó en los datos de febrero y que ha vuelto a enfriar las esperanzas de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés pronto.
En el acumulado semanal, el más perjudicado es el índice Nasdaq, que pierde un 0,7 %, seguido por el selectivo S&P 500, que cede un 0,13 %, y por el Dow Jones de Industriales, que se deja un leve 0,02 %.
El parqué neoyorquino estuvo fijado en los datos de inflación, que fueron superiores a lo estimado: el índice de precios al consumo (IPC) subió al 3,2 % en tasa interanual y el de precios al productor (IPP) subió al 1,6 %, en ambos casos también con aumentos mensuales que sorprendieron para mal.
El pronóstico general es que tras la reunión de política monetaria del banco central el próximo 19 y 20 de marzo se mantendrán sin cambios los tipos de interés, puesto que la inflación aún no está cerca de la meta del 2 %, y cada vez más creen que el recorte no llegará hasta junio.
«Los datos recientes han reducido las posibilidades de que el Comité recorte los tipos en la siguiente reunión del 1 de mayo. Por tanto, hemos aplazado nuestra expectativa de inicio para el ciclo de relajación hasta el 12 de junio», indicaban hoy los expertos de Wells Fargo en un comentario.
La deuda pública ha estado también en el punto de mira, puesto que el rendimiento del bono a 10 años, sensible a esta cuestión, se ha disparado del 4,06 al inicio de la semana hasta el actual 4,308 %.
En otros mercados, el petróleo de Texas cierra con una revalorización acumulada en torno al 3,5 % debido a las perspectivas de que el mercado esté ajustado en los próximos meses de gran consumo en EE.UU. por los viajes de verano, y presionado también por el conflicto en Ucrania.
Mientras, el bitcóin ha roto varios récords en los últimos días hasta un techo de casi 73.800 dólares, impulsado por la proximidad del evento de ‘halving’, previsto para abril, que reducirá a la mitad la recompensa que obtienen los «mineros» de la criptodivisa y reducirá la creación de nuevas unidades.