Los actores Will Smith y Martin Lawrence han interpretado una gran cantidad de personajes en el cine, muchos de ellos han atravesado por momentos difíciles, que de alguna u otra forma han podido superar, pero en la vida real, ambos coinciden que recurren a la divinidad cuando pasan por situaciones complicadas.
«Yo suelo rezar mucho, mi fuente es Dios y él te sacará de cualquier cosa, entonces me aferro a su juicio y le pido en mi rezo», señaló Lawrence durante la entrevista con Yordi Rosado, mientras que Smith respondió lo siguiente:
«Desafortunadamente, como humanos, necesitamos pasar por estos retos para encontrar esa divinidad, pero para mí eso es el centro de todo, el intentar esa conexión divina contigo mismo es como este mundo te va a patear y te va a tirar una y otra vez, entonces hay cierta invencibilidad en tu relación con Dios».
Los dos actores estadounidenses siguen con la promoción de su película «Bad Boys 4» y afirmaron que esa química que hay en pantalla es la misma que tienen fuera de cuadro.
«Es una extensión de la magia que existe entre nosotros», mencionó Will y Martin indicó: «siento muchísimo respeto y amor por este hombre, me encanta trabajar con él, adoro su profesionalismo y simplemente me la paso fenomenal cada vez que trabajamos juntos».
En su día a día, aclararon están al pendiente uno del otro y están en constante comunicación.
Respecto a la cinta, dijeron que hay muchos aspectos nuevos que no vimos en las entregas anteriores, lo que impulsa que la química entre este par de histriones continúe.
«Siempre le hago saber si hay algo que no me hace sentir bien», dijo Martin.
Will complementó: «en la vida real solemos marcarnos, él siempre me marca cuando algo pasa y dice: ´-Oye hermano ¿todo bien? Sólo checaba, avísame si me necesitas».
Se consideran unos excelentes padres, quienes les dan su espacio a sus hijos, teniendo reglas claras en su casa y con amor.
«Ya son adultas, están con buenos muchachos, eso me hace feliz», comentó Martin y Will agregó ser muy alivianado con sus hijos.
«De pequeños hice algo que me ayudó mucho, les dije: ´si dicen la verdad, nunca se van a meter en problemas, siempre que vengan y me confiesen la verdad, sólo se meterán en problemas si yo me entero y ustedes nunca me dijeron´. Funcionó muy bien para educar, pero después son horribles las cosas que tus hijos te cuentan… no quería saber eso», concluyó entre risas.