A su décimo quinto aniversario de vida llegó Gabriela Ruvalcaba Guerrero, quien acompañada por sus papás y padrinos arribó al templo del Señor del Encino para agradecer a Dios por permitirle celebrar un año más de vida.
Emotivas palabras dirigió el sacerdote a la quinceañera a lo largo de la misa, la cual comenzó en punto de las cinco de la tarde. Cuando Gabriela tomó el lugar principal se mostró muy atenta, para luego de recibir la bendición, salir del recinto y continuar celebrando en grande su día con una fiesta que sus papás ya le tenían preparada en un distinguido salón, al que acudieron también sus familiares y mejores amigos.