No entremos en tecnicismos, pues corremos el riesgo de equivocarnos de bulto, pero la vacuna que están probando en la Unión Americana, científicos de Institutos Nacionales de Salud y la farmacéutica Moderna, parece haber superado con éxito las dos primeras fases de ensayos clínicos y comenzó ya la tercera etapa de pruebas con la aplicación 30 mil voluntarios de la correspondiente dosis, tras lo cual se podría hablar de licencias para su producción y distribución masiva.
No es esta la investigación en que participa nuestro país, que está involucrado en el desarrollo de la inmunización que están probando los laboratorios AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que también está a punto de entrar en la fase tres de experimentación, sin que eso signifique, lo dicen los expertos, que en esta tercera fase ambas vacunas reproduzcan los buenos resultados de las fases previas.
Habría que esperar por los buenos resultados y luego por las autorizaciones respectivas, tras lo cual hay que ponerse en la fila de los países que ya adelantaron que necesitarán decenas y cientos de millones de dosis para llevarlos a sus respectivos ciudadanos, pues sólo cuando tengamos el fármaco, probado, seguro y sin efectos secundarios graves, podremos ponerle fin tentativo a la pandemia que, como se sabe, está manifestándose con rebrotes en algunos países europeos, tales los casos de Alemania y el más grave de España, donde se habla ya de la necesidad de reanudar en confinamiento.
Sólo para que no se nos olvide que esta peste moderna está activa, porque parece que aquí ya se les olvidó a muchos, hay que consignar que ayer el mundo iba para los 16 millones 400 mil infectados, que nuestro país está a punto de convertirse en el tercer país en el mundo con más decesos y que aquí en el terruño estamos, a lo sumo, a dos jornadas de superar los 5 mil contagios.
Es así que habrá que cruzar los dedos, conjurar las vibras o elevar las oraciones que sean necesarias para que de estos experimentos y pruebas nos resulte la esperada vacuna, que ésta pueda ser obtenida con oportunidad para nuestro país y que se asegure, dadas todas las circunstancias afortunadas que tengan que darse, que podremos adquirir una dosis para cada uno de los ciento veintitantos millones de mexicanos.
Mientras tanto se sabe que esta semana, aquí, funcionarios de la Administración estatal se reunirán con representantes de los once municipios para que se logre cumplir el compromiso del Gobierno de hacer obligatorio el uso de cubrebocas, en lugares públicos, abiertos y cerrados, un asunto que ya por adelantado se está contaminando por grillas viles, pues mientras se sabe si habrá o no vacuna para este año no nos queda de otra que seguir usando protección, guardando la famosa distancia social y cumpliendo con todas las recomendaciones de higiene, pues aunque no queramos creerlo este asunto por lo pronto lo único que puede hacer es empeorar.