Hasta da pena ver el semáforo epidemiológico que cada quincena presenta la Secretaría de Salud federal, pues Aguascalientes sigue en amarillo, junto con Guanajuato y Baja California, que está en naranja, mientras que el resto del país ya está en verde.
Vamos, hasta la Ciudad de México que duró meses en semáforo amarillo ya tiene casi un mes con el mínimo riesgo de propagación, lo que no puede hacer nuestro Estado.
Si bien la incidencia de contagios mostró una leve reducción, los nosocomios siguen saturados en sus camas con respirador mecánico y al menos el hospital 1 del IMSS no tiene ninguna cama disponible del área, lo que nos sigue colocando como un Estado de alto riesgo.
Cabe mencionar que así como hay casos al alza, también se suman los pacientes recuperados, y ya son casi 29 mil personas las que han logrado superar la complicada enfermedad, lo que habla de la capacidad de los servicios médicos en Aguascalientes, que han dado lo mejor de sí para enfrentar esta pandemia que tomó desprevenido al personal del sector que con el tiempo ha mejorado sus protocolos de atención al paciente infectado.
Esta continuación del semáforo amarillo tendría que poner en alerta a nuestras autoridades, pues organiza el Festival de Calaveras, que arrancó ayer, y ya se viene el Congreso Nacional Charro con la participación de miles de hidrocálidos y visitantes que están ávidos de diversión tras más de año y medio de supuesto encierro, aunque en realidad esto nunca ocurrió. Lo que, por ejemplo, sí se está viviendo ahora mismo en Rusia, donde ante el alza de contagios cerraron escuelas y todo tipo de giros no esenciales.
Aquí esto no va a suceder, aunque tampoco se desea porque sería la sepultura de la alicaída economía que apenas está repuntando y que se espera que mejore a raíz de la festividad del Día de Muertos, que por supuesto aprovechan los vivos, así como el ya cercano Buen Fin y la ya no tan lejana época navideña que, ya se sabe, es la temporada del despilfarro, pues llegan los aguinaldos y los ahorros de la gente que aún tiene la fortuna de contar con un trabajo, pues no olvidemos que el desempleo se disparó a raíz de la llegada de la nueva y extraña enfermedad que no ha sido descifrada del todo.
Al final, el tema de la pandemia siempre va a estar rodeado de blancoscuros, pues como en cualquier asunto, no todo es blanco ni negro, pero sí amarillo, del que no podemos salir y eso sí da pena, ya que eso significa que nuestras autoridades algo no están haciendo bien en la gestión de la pandemia, pero que tampoco la sociedad está haciendo su parte para poder salir bien librados de este grave problema de salud.