Desde las cuatro esquinas del Jardín Carpio huele a Navidad… Los puestos multicolores de esferas, nochebuenas y nacimientos llevan a la gente como un imán para entrar suavemente a la Navidad, la ilusión y la esperanza de muchos comerciantes que esperan en este año realizar sus ventas y tener “su Navidad”.
A pesar de la leve llovizna que se abate a mediodía del sábado en estos puestos, el ánimo no decae y los comerciantes se esmeran en atender al público, familias enteras que acuden desde temprano a comprar los artículos para adornar la sala familiar y celebrar las fiestas decembrinas, junto al portal de Belén, el árbol navideño y las luces multicolores que dan nueva vida a las figuras del pesebre: Jesús, María y José, además del clásico cuadro de los pastores, los Reyes Magos y los aldeanos que vivieron la primera Navidad en Belén de Judea, celebrando entre coros de ángeles el nacimiento del Niño Dios, que desde hace más de dos mil años se ha convertido en la esperanza y el faro para los corazones que creen en su mensaje de paz y de amor.
TRADICIÓN DE MÁS DE 30 AÑOS
Los comerciantes, como las hermanas Belmares y Salvador Roque, recuerdan que los puestos de Navidad vinieron a colocarse en este jardín después de varios años de haber permanecido en el Jardín de Zaragoza, de donde fueron reubicados a este jardín, pero otros recuerdan que sus padres vendían en las inmediaciones de la Plaza de Toros Monumental, de donde fueron enviados a Zaragoza y posteriormente vino la reubicación en el Jardín Carpio, en donde permanecen con cierta incertidumbre, pues hay rumores de que no quieren que estén en este lugar, pero no saben exactamente quiénes desean su reubicación, porque los vecinos están complacidos con que estén ahí, ya que inclusive ellos mismos se benefician con las ventas, renta de baños y comercio de diversas cosas.
Este lugar se convierte anualmente en un andador comercial de gran importancia, superando inclusive a los negocios del centro de la ciudad, en donde no se encuentran todos los artículos navideños que se pueden hallar en este sitio, a donde las personas acuden no sólo para comprar, sino para convivir y mientras hacen sus compras, sus niños disfrutan de un rato de juegos en el jardín, cosa que no puede suceder en otros lugares, en donde se camina, se ve y se compra, entre apreturas y posibles robos.
Los comerciantes navideños, como Salvador Roque, dijeron que pertenecen a un grupo denominado “Fiestas Tradicionales”, quienes recorren las principales fiestas que se celebran en varios puntos, como son las tradicionales del Señor del Encino, las Fiestas de la Virgen de Guadalupe y otras festividades en la que van instalándose en diferentes rumbos, con el fin de llevar el pan a la mesa de sus hogares.
AGUJA, HILO Y MANOS PARA TEJER
Entre el heno, el musgo y los nacimientos de madera, sobresalen los Niños Dios que venden en varios puestos, entre charolitas de miniaturas de animales para los nacimientos y grandes pesebres de madera, que son fabricados desde hace más de 40 años por el esposo de la señora Refugio Hernández, quien señala que estos portales ya eran fabricados y vendidos por el padre de su esposo, quien sigue la tradición para que no se pierda esta costumbre de poner el nacimiento en las casas.
Recorriendo los puestos, también nos encontramos con dos artesanas de Michoacán, Andrea Ruiz Cornelio y su hija Graciela Aparicio Ruiz, quienes vienen todos los años desde hace más de 20 a Aguascalientes para vender sus bellas artesanías navideñas de mimbre, que elaboran todo el año, para venir a pasar una temporada de ventas en Aguascalientes, en donde permanecen mes y medio en su puesto, exhibiendo y vendiendo lo que hacen con sus manos, “aguja, hilo y manos para tejer”, nos dicen, para que la Navidad se siga festejando en los hogares mexicanos.
Asimismo, en este lugar encontramos a muchos vendedores de esferas, nacimientos, piñatas, árboles navideños y Niños Dios, quienes desde hace 23 años venden en este lugar.
LA TRADICIÓN NO DEBE PERDERSE
La tradición no deben perderse, dijeron comerciantes cuyos padres iniciaron con las ventas navideñas y ellos prosiguen, como es el caso de María Mercedes y Victoria Belmares.
Por otra parte, señalaron que hay alrededor de 200 comerciantes en este jardín tradicional, pero no estuvieron de acuerdo en que haya tantos puestos de comida, porque a su ver, esto desvirtúa la tradición, no así los antiguos puestos de mandarinas, cacahuates, cañas y mandarinas, así como dulces típicos, que son parte de este comercio navideño, año con año.
Este típico tianguis navideño permanecerá hasta el día 24 de diciembre y los comerciantes pidieron al pueblo voltear hacia este lugar para comprar sus artículos navideños, con el fin de que no se pierda la arraigada tradición que aún subsiste entre los hidrocálidos de adornar sus hogares en Navidad con artículos típicos mexicanos, aunque también con otros que forman parte de la tradición mundial, como es el Santa Claus y el Árbol de Navidad, que se mezclan entre la multicolor variedad de productos que embellecen y dan vida al Jardín Carpio en este tiempo.