Desde julio de este año, Yann Briand es el director de la Prepa Tec Multicultural, espacio que le ha abierto la oportunidad de presentar su experiencia de vida a los jóvenes con inquietudes de aprender cómo desarrollarse en lo profesional en otras partes del mundo.
Su llegada al Tec de Monterrey en la sección de Preparatoria, ha brindado a los jóvenes el ánimo de prepararse para el futuro, no por elitismo, sino por el simple deseo de superación y de abrirse al mundo, tal como son los nuevos tiempos.
¿Cuánto tiene en México, director?
A México llegué por primera vez en el 2006 y desde entonces me enamoré, trabajé en la Editorial Larousse en una área que me apasionaba, que era la cuestión administrativa y de ventas; al poco tiempo volví a Francia, a mi ciudad natal, Lorient, pero hubo algo que no me satisfacía. Yo siempre he sido una persona que ha deseado conocer el mundo y desarrollarme profesionalmente en una multicultura.
El español es un idioma que desde siempre me llamó la atención; en Francia, mi segundo idioma fue el inglés, y es una obligación en todas las escuelas, pero yo tomé la alternativa también del español, porque es lo que siempre me llamó la atención.
Por eso es que ya cuando cursaba mi grado de licenciatura, para poder graduarnos, nos piden haber tomado aunque sea un semestre fuera del país, y por la cercanía, decidí irme a España, donde practiqué, pero México me ha emocionado desde siempre.
¿Qué extraña de Francia?
Obviamente, a mi familia; soy de una familia pequeña, somos tres hermanos, dos hombres y una mujer, además mis papás, por eso es que cada que he tenido oportunidad vuelvo y, por lo general, es una vez al año.
Extraño muchísimo la comida, los embutidos, los pasteles. Son algo especial que nunca he probado en ninguna parte. Aunque México me encanta y su comida también, los embutidos y los pasteles de mi país son inigualables y como por seguridad sanitaria es imposible viajar para traerlos y tener una alacena aunque sea pequeña con ellos, cuando voy de visita allá, como todo lo que puedo para extrañar un poquito menos. -Se ríe-.
Yann Briand es joven y dice ser una persona muy amistosa, se le facilita esa relación, aunque reconoce que no tanto la fiesta que se vive en México.
¿Qué hace en sus momentos libres?
Tanto en Francia como aquí tengo grupos de buenos amigos. Allá, en mi país, no se acostumbra mucho andar de antro o de fiesta, más bien, nuestras reuniones son en las casas, se nos da mucho eso de reunirnos en la casa de alguno y allí hacer la convivencia; eso también lo extraño y cuando voy, también aprovecho para estar con mis amigos; tengo un grupo muy nutrido y aprovechamos el tiempo para ponernos al corriente de lo que hemos vivido en un año. Siempre nos ha funcionado.
En México también he hecho buenos amigos. A mi pareja la conocí en Guadalajara, ella es de allí, ella era maestra junto conmigo en la Alianza Francesa. Me siguió a Aguascalientes, porque vimos que la propuesta de superación aquí era buena, y el ambiente de esta ciudad también, tal vez un poco mejor que Guadalajara; entonces, fue fácil convencerla de que se viniera conmigo. Aquí estamos haciendo una buena vida.
La diferencia entre la forma de convivir aquí y en Francia, sin duda, es la fiesta. Aquí para todo hay fiesta y las reuniones de amigos generalmente son para salir a un lugar, allá no, definitivamente es más tranquilo.
¿Cómo fue la convivencia con sus padres, con sus hermanos en su infancia y de adolescente, y ahora?
Siempre ha sido muy abierta, pero respetuosa y estricta. Mi familia fue de clase humilde en su economía, más bien tuvimos algunas necesidades, por lo que la educación que nos dieron en casa mis papás es que todo lo que tuviéramos, nos lo teníamos que merecer.
Para mi madre la educación siempre fue importante, entonces, si llevábamos buenas calificaciones era probable que nos dieran un regalo, siempre y cuando hubiera dinero. Entonces, nos acostumbramos a trabajar mucho, a esforzarnos para salir adelante y eso es lo que aplico ahora, con los muchachos, los alumnos, también es algo que hay que enseñarles, que se deben merecer calificaciones y premios.
Y para mi etapa laboral, también creo que ha sido aplicable, cualquier ascenso o logro ha sido producto del esfuerzo, así lo veo y lo he sentido, como el recibir la invitación para ser director de la Prepa Tec Multicultural del Tec de Monterrey, ha sido un premio a mi esfuerzo, así lo veo.
¿Cuál fue su primer empleo?
Yo salí de mi país la primera vez a probar experiencia de trabajo a España, fue antes de graduarme en la Licenciatura de Administración; trabajé en una editorial, mi giro siempre había sido ese. Volví a Francia sólo a graduarme y vine a México por vez primera en el 2006 a trabajar a la editorial Larousse en el área de administración y ventas; me iba bien, pero había algo que no me satisfacía. Me regresé a Francia y seguí en el mismo giro.
Para el 2012, regreso a México por invitación de la Alianza Francesa para impartir algunas materias, entre otras, la del idioma francés y otras relacionadas con la preparación multicultural, en lo que yo ya tenía algo de experiencia.
Para el 2014, recibí la invitación del Tec de Monterrey para dar clase en la prepa, en el campus de Guadalajara, y pronto pasé a coordinar el área de idiomas y en particular del francés.
En febrero de este año, vine al Tec de Monterrey, campus Aguascalientes, a dar una plática de lo que es la Prepa Multicultural, es aquí donde digo que nunca se sabe qué nos depara la vida, pues recibí la invitación para ser el director de la Prepa Multicultural y sin pensarlo dos veces acepté, estoy muy entusiasmado con esa posición.
¿Nota alguna diferencia entre la juventud bachiller de Aguascalientes y los franceses?
Mira, cualquiera pudiera pensar que los jóvenes todos son iguales, con las mismas inquietudes propias de su edad, pero no es así.
Como yo he vivido y la experiencia que me ha dado el haber sido maestro ya de algunas generaciones en México, veo que los muchachos de aquí tienen más inquietudes de conocer el mundo, de salir a demostrar sus capacidades. En Francia no me ha tocado ver las mismas inquietudes de querer salir, no sé a qué se deba, pero así lo he vivido.
Creo que en México sí se tiene una inquietud por ser parte de una sociedad productiva multicultural y es lo que se quiere aprovechar en la Prepa Tec Multicultural, al trabajar con jóvenes que quieran ser parte de una sociedad del mundo en donde se les obliga a tener como segundo idioma el inglés y como alternativa el francés o alemán; tal vez no a todos los muchachos les convenza, pero saben que es algo que siempre será conveniente para su desarrollo personal y profesional, porque nadie sabe las oportunidades que nos depara la vida. Creo que yo soy un buen ejemplo de ello, pues nunca me imaginé trabajar en México, sino que el destino me trajo a esto.